Evaluar la exposición de los animales a las micotoxinas es un paso importante en la gestión del riesgo por micotoxinas. La estrategia más común para evaluar esta exposición es el análisis de las contaminaciones en el alimento.
Sin embargo, el análisis de las contaminaciones en el alimento tiene limitaciones, por ser heterogéneo en el pienso y porque no refleja la exposición individual de los animales. Teniendo en cuenta estos elementos, evaluar la presencia de las micotoxinas en matrices biológicas (orina, excrementos, sangre), método que se llama biomonitoreo, podría ser una buena opción.
En cerdos, los estudios sobre contaminaciones con deoxinivalenol (DON) o zearalenona (ZEA) son los más frecuentes.
Los estudios sobre contaminación por ZEA han mostrado que los niveles de ZEA y de su metabolito de fase aguda α-zearalenol (α-ZEL) medidos en la orina se correlacionan con las mediciones de ZEA en el alimento. Estas moléculas parecen ser buenos biomarcadores de la exposición de los cerdos a ZEA.
Los estudios sobre contaminaciones con DON muestran también que los niveles de DON y de DOM-1 en la orina y en el suero se correlacionan bien con los niveles de contaminación del alimento con DON. De este modo, los niveles de DON y DOM-1 en la orina y en el suero son biomarcadores adaptados para representar la exposición de los cerdos a DON.
Las formas glucurónicas (metabolitos de fase II) de ZEA y DON podrían también ser biomarcadores interesantes, pero la cuantificación de estas moléculas es demasiado limitada desde el punto de vista analítico. No se identificó ningún biomarcador interesante en las heces de los cerdos, tanto para reflejar a las contaminaciones por ZEA como para DON.
En el caso de policontaminaciones, la orina parece ser la matriz más adaptada para obtener una relación dosis-efecto satisfactoria, especialmente para DON y ZEA. Este modelo podría ser utilizado para evaluar la eficacia de los productos de detoxificación en cerdos. La elección del biomarcador adecuado, de la matriz y del calendario de muestreo son pasos importantes en la evaluación de la exposición de los animales a las micotoxinas, y la interpretación de los resultados es posible únicamente si se compara con los niveles de contaminación en el alimento. Por eso, el uso de biomarcadores como herramienta de diagnóstico es posible únicamente con arreglo a pruebas científicas.
Referencia: Tkaczyk and Jedziniak, 2021. Mycotoxin Biomarkers in Pigs—Current State of Knowledge and Analytics. Toxins, 13, 586 https://doi.org/10.3390/toxins13080586